26.9.05

Capítulo 1: La causa

Porque alcanzas el cielo con la punta de los dedos.
Porque bebes de fuentes escondidas.
Porque coses heridas de guerra.
Porque deseas lo mejor para todos sin esperar nada para ti.
Porque estrenas sonrisas y penas.
Porque facilitas la tierna palabra.
Porque ganas aunque pierdas.
Porque haces amar a cualquiera.
Porque imaginas lo que no se puede.
Porque juegas con el agua de forma inocente.
Porque llamas a la puerta correcta.
Porque miras con los ojos cerrados y el alma abierta.
Porque nublas mi vista al despedirte.
Porque ordenas el desorden de mi corazón.
Porque permites entrar a un pobre loco.
Porque quieres conocer el mundo y lo demás.
Porque resuelves enigmas en segundos.
Porque sabes a sal y sabes que lo sé.
Porque tienes algo que no tiene nadie.
Porque usas argumentos que me convencen.
Porque vagas por calles sin sombras.
Porque zambulles tu alma en el mar que creamos un día.