5.9.05

Nos volveremos a ver... en algún lugar del tiempo

Era tarde, pero no tarde, y tú vestías con tu mirada. Era simple, pero difícil, decirte alguna palabra. Acercarse es un gran paso para los tímidos corazones, eso ya estaba cumplido, y tus dieciocho también. No dije mucho, callaba. Prefería escucharte. Sólo hablaba para dejar constancia, de vez en cuando, de que estar solo es un buen ejercicio cuando no tienes nada mejor que hacer. Y esa tarde lo tenía. Esa tarde, aunque aún fuese a dos metros, te tenía.

Tú hablabas, yo escuchaba. Yo hablaba, tú escuchabas. Reíamos juntos. Aprendimos nuevas cosas, que no podemos pronunciar. Navegamos por susurros verdes, suave brisa, un árbol, el sol. Escuchamos. Sonreímos. Nos miramos. Sonreímos. Aún ni siquiera sabía tu nombre, pero te conocía de toda la vida.

¿Has venido a buscarme? Probablemente, sin saberlo.

Nos dijimos un "hasta luego" y el luego duró cuatro horas.

Era tarde, ya tarde. Hablamos. Sonreímos. Nos miramos. Sonreímos. Cerca quedaba el mar de susurros verdes, suave brisa, un árbol, la luna. Había más gente, pero estábamos solos. Yo hablaba, tú escuchabas. Nos reímos. Tú hablabas, yo escuchaba. Nos miramos. Respiramos el aire que allí existía, desde hacía ocho siglos nos esperaba. No sé si fue en ese momento u ocho siglos antes, pero nos cogimos de la mano. Sabíamos ya mucho más que nuestros nombres.

Tú hablabas, para decirme o intentar decirme lo que ya sabíamos. En ese momento, me di cuenta de que mi corazón no era el único tímido bajo la atenta mirada de las estrellas. Yo hablaba, para decirte o intentar decirte lo que ya sabíamos. Una luz. Susurramos. Sonreímos. Nos miramos. Sonreímos. Nos besamos... nos besamos. Y es entonces cuando lo entendemos todo.

La luz de la luna y el olor a historia amenizan el paseo. No hay mucha luz ahora, pero veo tus ojos, mirándome fijamente. En ese momento me olvidé de todo. No sabía quién era. No sabía de dónde era. Sólo te conocía a ti y me alegraba por ello. Caricias, que recorren el cuerpo.

¿Cómo se para el tiempo? Ojalá lo hubiera sabido. Escucho a tus ojos, mimo tus palabras, degusto tus caricias, huelo el sabor del silencio y beso tus labios. Que no se haga de día. Que no se acabe esta noche. Quédate conmigo. Porque sé que si te vas no te volveré a ver. Porque sé que si no te vuelvo a ver no podré seguir. Pero no me atreví a decírtelo. Escríbeme. Lo haré.

Y te marchaste. Lentamente. Tan lentamente que aún te puedo ver a lo lejos. Y me dejaste con un sabor amargo en el corazón pero con muchas horas nuevas en la memoria. Y miraste atrás mientras te ibas. Nos miramos. Sonreímos, por fuera. Lloramos, por dentro. No hablamos. Escuchamos lo que dicen nuestros ojos. Adiós. ¿Te volveré a ver? Te das la vuelta... te vas.

4 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Dieguito..que lindo..no?

12 septiembre, 2005 01:55  
Anonymous Anónimo dijo...

Este texto lo lei antes cuando lo colgaste...increible...refleja toda la belleza q ud quiere enseñarnos...muchos quisieramos vivir algo asi y poder reflejarlo luego tan...asi...

15 septiembre, 2005 17:29  
Anonymous Anónimo dijo...

Simplemente ESPECTACULAR... Hermoso.
Adios.

22 julio, 2006 12:31  
Anonymous Anónimo dijo...

muy bonito si señor y muy profundo me gusta;)

09 febrero, 2011 20:14  

Publicar un comentario

<< Home